La reutilización es, tras la prevención, la segunda prioridad en cuanto a formas de gestión recogidas en la jerarquía europea de residuos. De una u otra manera, todos reutilizamos, ya sea a nivel doméstico o industrial. Dentro de este ámbito estaría el interesante mercado de segunda mano, que si bien hace unos años se miraba en general desde cierta lejanía, como un mercado dirigido exclusivamente a personas con pocos recursos, hoy se anuncia incluso por televisión.
Con la llegada de Internet y las nuevas tecnologías empezaron a surgir espacios digitales enfocados en la venta de productos de segunda mano –seguro que al lector le viene enseguida a la cabeza alguna de estas plataformas digitales– y hoy en día cualquiera de nosotros puede incluso tener una aplicación en su móvil donde revisar de forma sencilla un amplísimo catálogo de productos de todo tipo. Y, afortunadamente, ya no lo concebimos como un mercado marginal dirigido a un público menos pudiente, sino como una posibilidad de conseguir aquel objeto que deseamos a un precio más razonable que si fuera nuevo; lo cual, por otra parte, tiene mucho sentido en la sociedad actual, en la que la continua renovación de los bienes –véase el caso de los dispositivos móviles– hace que muchos de nosotros los cambiemos por otros bastante antes del fin de su vida útil.
Ahora, la plataforma de anuncios gratuitos vibbo ha realizado un estudio según el cual cada español ahorra de media 980 euros al año gracias a la compra de productos de segunda mano. Y cinco de cada diez encuestados reconoce haber comprado o vendido objetos de segunda mano en el último año. El estudio señala también que la generalización de las nuevas tecnologías y los teléfonos inteligentes ha facilitado en gran medida el despliegue de este mercado.
Fuente: Europa Press