El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico acaba de publicar la memoria anual sobre generación y gestión de residuos municipales correspondiente al año 2018 y los datos son desalentadores. De las 22,2 millones de toneladas de residuos urbanos generados, el 53,4% (11,8 millones de toneladas) tuvieron como destino final el vertedero, mientras que tan solo el 18% (4 Mt) se destinaron a reciclaje y el 17% (3,7 Mt) a compostaje. El 11,6% (2,5 Mt) restante fueron incineradas.
De los datos publicados se pueden sacar muchas conclusiones, de las que destacamos algunas que reflejan el retroceso de España en materia de gestión de residuos:
- En 2018 se generaron casi 250.000 toneladas más de residuos municipales que en 2017. La prevención sigue siendo la hermana pobre en la gestión de residuos.
- El 53,4% de los residuos generados en 2018 terminaron en vertederos, frente al 51,2% de 2017. Preocupante paso atrás cuando los objetivos europeos apuntan a un máximo del 10% de vertido.
- En cuanto al reciclaje, no solo baja ligeramente el porcentaje con respecto al año anterior (18% frente al 18,3%), sino que, pese a que se generaron más residuos, el volumen de desechos reciclados fue también menor (25.000 toneladas menos recicladas).
- Lo mismo ocurre con el compostaje, con un 17% en 2018 frente al 17,8% del año anterior, y 130.000 toneladas menos compostadas.
- De las casi 3,8 millones de toneladas de residuos destinadas a compostaje en 2018, poco más de 500.000 procedían de la recogida selectiva de la materia orgánica, mientras que el mayor volumen, casi 3,3 millones de toneladas, fueron residuos procedentes de la recogida en masa (residuos mezclados) y gestionados en plantas de tratamiento mecánico-biológico (TMB). Pero como el propio documento del Ministerio recoge, «según criterio de Eurostat, el material obtenido en los procesos biológicos de las instalaciones de TMB de residuos mezclados no debería computarse como compostado, únicamente se debería computar como compostado el material procedente del tratamiento biológico de la recogida separada de residuos orgánicos». Teniendo en cuenta esto, estaríamos compostando apenas el 2,2% de los residuos orgánicos municipales, de los que más de la mitad corresponden solo a Cataluña, donde la recogida selectiva de biorresiduos está más implantada.
- El único dato que se puede leer en positivo es que la recogida selectiva aumentó en 2018 al 17%, frente al 16% del año anterior. Poco consuelo a la vista de los datos comentados.
Este es un breve análisis a partir de los datos generales recogidos en la memoria, que no obstante ofrece también cifras sobre comunidades autónomas, materiales, tipos de tratamientos… que permiten profundizar más en la cuestión. Pero en cualquier caso, el panorama es lamentable. Y otra cuestión: ¿Quién se hará cargo cuando lleguen las multas millonarias de la UE por incumplir nuestras obligaciones?
El documento completo está disponible en el siguiente enlace: Memoria anual de generación y gestión de residuos de competencia municipal. 2018
[…] los plásticos, sobre todo los de un solo uso, ya que como comentábamos al principio, los sistemas de reciclaje resultan insuficientes para la ingente cantidad de residuos que producimos […]
¿Se podría calcular el valor de la multa? Porque si es así, se puede realizar un proyecto por ese importe que reduzca el problema. Se pone el foco sobre el petróleo, el transporte, etc, pero todos sabemos que los residuos también forman parte de la cadena de emisores de CO2. Incluso podría arriesgarme a decir, que el daño ocasionado por los residuos sobre el suelo, el agua y el aire son mayores que el generado por el uso del coche, o el uso del avión.