Hay muchas formas de fomentar la prevención de residuos y la reutilización, incluidas aquellas que afectan al bolsillo del consumidor. Esta semana hemos sabido que el Gobierno sueco está estudiando la posibilidad de reducir el IVA a la reparaciones de todo tipo de productos de un 25% a un 12%. Así, por ejemplo, el coste de una reparación de 400 coronas suecas (unos 42 euros), se reduciría en cerca de 50 coronas (algo más de 5 euros), un incentivo que se considera suficiente para que los ciudadanos suecos se planteen si no será mejor arreglar un producto antes que tirarlo y adquirir uno nuevo. La propuesta también incluye desgravaciones fiscales para quienes decidan reparar sus electrodomésticos.
De esta forma, se pretende dar un impulso al sector de la reparación y la reutilización, al mismo tiempo que se genera empleo y se reduce la producción de residuos, así como las emisiones de CO2 asociadas a la fabricación de bienes producidos en el exterior. Sin duda, una vez más, desde los países nórdicos nos llega otro ejemplo a imitar.