En esta segunda y última parte de la entrevista a los responsables del Gremio de la Recuperación de Cataluña, Victòria Ferrer (VF); de ASEGRE, Luis Palomino (LP), y de ACLIMA, Kristina Apiñaniz (KA), nuestros protagonistas hacen un análisis sobre su relación con las Administraciones Públicas así como de sus carencias para hacer frente al intrusismo. En la última pregunta, reflexionan sobre la poca incidencia que hay en los medios acerca de estas faltas y malas prácticas por los impactos que no sólo provocan a los gestores de residuos que hacen las cosas conforme a la ley, sino sobre el impacto ambiental que supone para todos los ciudadanos.
¿Los gestores autorizados se sienten respaldados por la Administración Central y la Autonómica ante las prácticas intrusivas? ¿Qué echan en falta?
VF
En absoluto, de hecho, esta es una queja constante en reuniones y eventos, la administración está falta de medios y de actitud, en el tema de Catalunya por ejemplo, disponemos de un convenio de colaboración entre Agencia de residuos de Catalunya, cuerpo de Mossos d’Esquadra y Recicat, el clúster de la recuperación. Este convenio sirve para que todas las denuncias de locales ilegales sean canalizadas por la ARC, y nos pasan el estado de las gestiones 2 veces al año.
Pero el problema es que los ilegales no aparecen en los registros, y no son solventes, por ello el control rara vez es eficaz, y las inspecciones se centran en aquellos que sí están en los registros. Y esto es un problema.
También hay que remarcar, que existe un problema, porque en Catalunya, por ejemplo, quien concede la licencia de actividad es un ente local, un ayuntamiento, que luego eleva a la ARC la concesión de la licencia, y nos encontramos en que muchas veces, los entes locales, por su proximidad y volumen de habitantes, es muy difícil que actúen.
Echamos en falta una acción rápida y sanciones contundentes, porque las sanciones que imponen a los ilegales acostumbran a ser como mucho una al año, y de una media de 3.000€, y claro, sale a cuenta. Exigimos que sean más altas y que se tenga en cuenta que son competencia ilegal, que se sancione en congruencia.
LP
La fuerte crisis que hemos sufrido ha hecho que el medio ambiente no sea una prioridad para los poderes públicos.
ASEGRE considera fundamental que desde las Administraciones Públicas favorezcan una aplicación rigurosa y homogénea de la legislación de residuos, es necesaria la armonización en las autorizaciones de los gestores y de las instalaciones de tratamiento, en concreto de criterios de gestión, prestación de garantías financieras y técnicas de tratamiento.
Por otro lado, consideramos que muchas prácticas intrusivas se podrían evitar modificando el régimen de responsabilidad del productor del residuo, de forma que esa responsabilidad sea compartida entre productor y gestor a lo largo de la cadena de gestión. Un mayor grado de responsabilidad por parte de los productores tendría como consecuencia una autorregulación del sector y, por tanto, un ahorro en medios para inspección y control.
KA
Las administraciones autonómicas y los gestores tienen una relación habitual y continua, pero existe falta de medios suficientes para hacer frente a las nuevas exigencias de la legislación ambiental.
Por otro lado, las acciones que pretenden demostrar una mala práctica en la gestión de residuos, no acaban teniendo recorrido en la administración ambiental.
Se echan en falta más recursos de la Administración para llevar a cabo el control ambiental adecuado, así como sanciones que sean verdaderamente disuasorias y que generen el efecto preventivo que persiguen.
¿Cuáles son las carencias de los servicios de vigilancia e inspección de las CCAA respecto al intrusismo?
VF
Como he comentado, al no estar en los registros no existen, por lo tanto a menos que se denuncie la actividad no se visita, y muchas veces se denuncia y la inspección tarda más de 6 meses en llegar, espacio de tiempo que puede suponer la migración a la nave de al lado, porque nos hemos encontrado algún caso.
Ilegales que abren en el número 1 de la calle X, alquilando la nave, solo pagan la fianza y el primer mes y luego están 6 meses gratis, trabajando. Al séptimo mes alquilan el número 3 de la misma calle X y lo mismo, son auténticos profesionales del escapismo de la ley, llenándose los bolsillos.
La administración carece de técnicos para el control de estas actividades y además, como suelen responder a un cierto público un tanto marginal, deben de coordinar a las fuerzas de seguridad del estado para inspección conjunta, y eso ya supone un operativo “especial” y tardan en organizarlo.
LP
Los principales problemas en materia de aplicación de la legislación de residuos son el elevado número de órganos competentes en materia de autorizaciones instalaciones y tratamientos, y de control de la gestión de residuos e inspección. A esto se une una insuficiente asignación de medios para realizar estas tareas.
Esto da lugar a una importante divergencia de criterios y a la dificultad de trazar la gestión de los residuos una vez que se ha traslado de una Comunidad Autónoma a otra.
Por ello, sería necesario dedicar más recursos al control de la gestión y a la inspección. También mayor colaboración en esta materia para unificar criterios
Esto se vería reforzado si se complementara con la modificación del régimen de responsabilidad del productor del residuo, de modo que el productor del residuo mantuviera parte de la responsabilidad tras la entrega al gestor. Este régimen de responsabilidad es el vigente en Francia y Alemania, con excelentes resultados.
La consecuencia de esta modificación legislativa sería la autorregulación del sector, de modo que los gestores tienen que ser capaces de garantizar la calidad ambiental de los tratamientos, incluso mediante auditorías de los propios productores.
Además la autorregulación reduce la necesidad de control de la gestión e inspección por parte de las Comunidades Autónomas.
KA
La administración debe dotarse de instrumentos que den continuidad a la labor funcionarial que ofrezca garantía de trazabilidad de la gestión adecuada de los residuos.
La inspección no evita en muchas ocasiones el intrusismo, ya que controla fundamentalmente a las empresas que lo hacen bien. Así mismo, es imprescindible controlar la figura del negociante, por su libertad de operar, y que conlleva grandes complicaciones para el control de su gestión.
Por otro lado, es necesario fijarse no sólo en los gestores, sino también en los productores, con el objetivo de que estos mantengan parte de responsabilidad sobre el residuo hasta su tratamiento final.
¿Hay algún motivo para que este tipo de cuestiones tengan tan escasa repercusión social y tan escasa presencia en medios de comunicación? ¿Podemos hacer algo al respecto?
VF
A la gente la “basura” no le importa, y no somos conscientes de lo importante que es valorizar los residuos, porque los recursos son finitos.
La presencia en los medios es evidente cuando se roba a una gran empresa de transporte, y eso afecta a miles de personas, días y días en su vida, entonces sí que se presta atención y hay inspecciones y exigencia de responsabilidades, pero cuando se roba a una pyme o a un autónomo, la cosa es distinta.
La administración es quien debe hacer al respecto, me parece grotesco que se aproveche una situación como la del robo de la catenaria que sufrió Renfe hace un tiempo, para hacer una caza de brujas entre los gestores, y hacer demagogia política. Los gestores valorizamos residuos, aportando materia prima secundaria a la industria en vez de esconderla bajo la tierra en un vertedero, y evitando la expoliación de materiales de la naturaleza, pero parece que somos delincuentes porque solo se nos nombra cuando algo como el robo del cobre pasa.
Mucha economía circular y cerrar el círculo por parte de los políticos de todas partes, pero la realidad es que a quien realmente cierra y ha cerrado el circulo (que, recordemos, no les enseñan nada nuevo) sólo hacen más que exigir y exigir papeles por el trabajo que dificultan el trabajo real.
Se pueden aligerar las cargas, entendemos que es vital que haya trazabilidad en los residuos, para que no pasen desastres, y de hecho el sector está afortunadamente muy profesionalizado; pero con equilibrio, que somos empresas no organizaciones sin ánimo de lucro.
LP
Desgraciadamente, es necesaria una mayor conciencia ambiental para que estas cuestiones tengan una mayor cobertura mediática.
Desde ASEGRE tratamos de trasladar estas preocupaciones y sensibilizar sobre los riesgos para la salud, y el daño ambiental y económico de las malas prácticas en la gestión de los residuos.
Esperamos que la recuperación de la economía traiga consigo una mayor exigencia y cobertura de las cuestiones medioambientales.
KA
Se percibe tanto desinterés político como social, y a las empresas tampoco les interesa involucrarse en acciones que conlleven impacto público.
La presencia del sector de los residuos en los medios de comunicación siempre está ligada a prácticas irregulares que han desembocado en accidentes ambientales, y no tanto en poner el valor el sector.
La labor de los medios de comunicación debería quizá orientarse a informar y educar a la sociedad sobre el valor que ofrece el sector de gestión de residuos, tanto a la conservación del medio ambiente como de la salud de las personas, y siempre enfocado desde el cumplimiento legal correspondiente.
Desde el Laboratorio de ideas sobre los Residuos queremos agradecer a los entrevistados por haber participado en esta multientrevista y haber respondido abiertamente a las preguntas que les hemos planteado y que sin duda dejan en claro las dificultades con las que se encuentran y cómo esto afecta más allá de su propia actividad…, porque la gestión de residuos, aunque la trabajen específicamente unos, es cuestión de todos. Si fuéramos capaces de darle la importancia que tiene comprenderíamos que podríamos ser resilientes ante la falta de materias primas que tenemos y valoraríamos más el medio ambiente que nos sustenta, que buena falta le hace y nos hace.