El centro tecnológico Eurecat-CTM participa en un estudio que ha conseguido valorizar subproductos generados por la industria del corcho, mediante su aprovechamiento para el tratamiento de aguas residuales del sector vitivinícola y su uso también como combustible para generar electricidad, dentro de un marco de economía circular.
El proyecto, llamado LIFE ECORKWASTE, se encuadra en el objetivo de “buscar que el packaging sea lo más sostenible posible, de modo que se pueda valorizar materialmente y, cuando ello no sea posible, ir a la valorización energética”, señala Frederic Clarens, jefe de Ecología Industrial de Eurecat-CTM e investigador vinculado al proyecto Ecorwaste.
En este caso, se ha hecho una valorización material de los tapones de corcho como absorbente para depuración de aguas y también se ha llevado a cabo una valorización energética para el autoconsumo de las empresas que tienen este material.